El uso de la tecnología para facilitar y realizar algunas tareas rutinarias de forma automatizada y que en una casa convencional estarían a cargo de sus residentes. Con los sensores de movimiento, temporizadores o incluso un simple toque de botón, teclado o mando a distancia se puede realizar acciones o tareas pre-programadas, con mayor seguridad, economía y comodidad para sus residentes. Pero, ¿Qué es la domótica?
La domótica puede proporcionar a sus usuarios una comodidad nunca imaginada ya que es fácilmente adaptable al hogar, y por tanto, ser una tecnología escalable y flexible donde el habitante diseña de qué forma se beneficiará de la automatización. Los principales beneficios son la comodidad, la optimización del tiempo por la disminución de tareas rutinarias, pero sobre todo la seguridad en todas sus variantes.
Cerrar o abrir las cortinas, encender o apagar las luces de las habitaciones sin levantarse de la cama o activar la alarma de casa de camino al trabajo. Estas son algunas de las características que la domótica promete y que está creando una tendencia que ha aumentado de forma significativa en los últimos años.
El mercado de los automatismos en los hogares creció un 300% en los últimos cuatro años y estas cifras es probable que aumenten aún más, porque cada día la oportunidad de tener una casa inteligente se vuelve más accesible a la población, ya que existen más variedad de productos y aumenta la demanda de profesionales del sector domótico.
Las principales compañías de automatización del hogar permiten ahora desarrollar proyectos graduales en el que no hay que invertir a la vez en el cambio en toda la casa, sino que puede empezar por una habitación, experimentar los beneficios de la tecnología en este espacio, para después ampliar progresivamente la instalación al resto.
Los factores que desencadenan el deseo de un hogar automatizado no están vinculados únicamente a las instalaciones. El consumidor de este tipo de servicio también tiene en cuenta aspectos relacionados con la seguridad, como la vigilancia instantánea a través de sensores y cámaras o la posibilidad de desactivar el registro de gas que se ha dejado abierta.
La mejora en la tecnología también ha impulsado el mercado. No hace mucho tiempo, automatizar una casa podría ser un poco confuso, ya que tendría un control para regular las luces, otro para utilizar las cámaras, para las cortinas, etc… Hoy en día se puede integrar todo mediante los teléfonos inteligentes (smartphones) o tablets.
Este aumento en el mercado de la automatización es debido al perfil de las personas que consumen tecnología. Se trata de jóvenes (millennials) que han crecido acostumbrados a ella y, por tanto, buscan la integración de sistemas en su casa. A su vez, identifica una popularidad mayor del producto, hace algunos años, se limitaba a las clases altas, pero, con el tiempo, los precios han caído con las diversas opciones que se ofrecen en el mercado. La gente empieza con una automatización básica en una habitación como la sala de televisión, pero pronto se expanden al resto de la vivienda. Podemos identificar dos tipos de personas que utilizan la automatización: los padres que quieren controlar a sus hijos, y los que simplemente les gusta la tecnología.
Llegar a casa, pulsar un botón y automáticamente el televisor se conecta a tu canal favorito, la radio reproduce la música que te gusta, el aire acondicionado sale a la temperatura perfecta, las cortinas se abren y el jardín comienza a regarse solo. Suena a ciencia ficción, pero es sólo tecnología y en Bertomeu Electricitat podemos ayudarle a hacerlo realidad.